NOVATERRA avanza hacia la reducción de fitosanitarios en el cultivo de la vid y el olivo

Los productos fitosanitarios o pesticidas de síntesis han hecho posible en las últimas décadas que muchos cultivos, tanto convencionales como ecológicos, sean viables, porque eliminan sus plagas. Sin embargo, pueden representar riesgos para la salud humana y la biodiversidad. Por ello, hace tiempo que Europa se encamina hacia la sustitución de estos productos por alternativas más naturales y sostenibles.

23 entidades procedentes de 6 países han trabajado, bajo la coordinación del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), en el proyecto NOVATERRA investigando cómo combinar diferentes estrategias para reducir el uso de fitosanitarios en las plantaciones de viña y olivo. Para su ejecución, el proyecto ha contado con un presupuesto de más de 5,5 millones de euros, de los cuales 4,8 procedieron de una ayuda de la Comisión Europea a través del programa Horizon2020 (GA 101000554).

NOVATERRA ha incluido ensayos en fincas de España, Portugal, Francia, Italia y Grecia. “Primero, hemos probado las diferentes estrategias por separado. Después, a lo largo del último año, hemos escogido algunas fincas en las que integrar estas estrategias. Y se ha demostrado que es factible reducir el uso de fitosanitarios desde una mirada holística”. Lo explica Luis Asín, jefe del programa de Fruticultura del IRTA.

Tras cuatro años de trabajo, NOVATERRA llega a su fin y lo ha celebrado en un evento de dos jornadas, en las que se han presentado los principales resultados obtenidos. Resultados que demuestran que, integrando el uso de productos naturales con tecnologías de precisión y con una mejor gestión del suelo, se puede reducir significativamente el uso de pesticidas de síntesis sin perder rendimiento ni calidad.

El evento, que ha reunido a más de 80 profesionales del sector del vino y el olivar, se ha celebrado en las instalaciones del IRTA, en Caldes de Montbui, así como en una finca del espacio comunitario Agrópolis y en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

 

En busca de productos alternativos

Las estrategias estudiadas por NOVATERRA se pueden dividir en tres ámbitos. El primero es el uso de productos alternativos a los pesticidas de síntesis. Es el caso de los llamados agentes de biocontrol, organismos que compiten contra quienes causan las plagas o enfermedades. También, se han evaluado formulaciones basadas en nanopartículas de cobre o azufre, una tecnología fungicida bastante reciente que es muy eficiente gracias a su tamaño microscópico. Otro ejemplo son las feromonas sin microplásticos y degradables, que se usan para confundir sexualmente a los insectos causantes de las plagas y así evitar que los machos encuentren a las hembras para reproducirse. Por último, se ha probado la captura masiva mediante el uso de trampas que atraen a las plagas.

 

Agricultura de precisión

El segundo ámbito de actuación de NOVATERRA ha sido el de la agricultura de precisión. Se ha probado maquinaria que aplica el producto fitosanitario solamente donde hay cultivo, evitando verterlo en espacios vacíos y adaptándose al volumen de la planta. Asimismo, los investigadores han evaluado un sistema de visión inteligente que, mediante sensores instalados en los tractores u otra maquinaria, detecta la presencia de síntomas tempranos causados ​​por plagas o enfermedades. Estas y otras tecnologías de precisión buscan reducir significativamente el uso de fitosanitarios.

 

Gestionar mejor el suelo

Aplicar productos naturales y utilizar tecnologías de precisión es más sencillo si el suelo está bien preparado. Esta es la tercera estrategia que ha examinado NOVATERRA. Así, se ha estudiado el uso de infraestructuras ecológicas: zonas cerca o dentro de la hilera de la plantación donde se cultivan plantas que son refugio de los enemigos naturales de los organismos causantes de las plagas. También, se ha testado el uso de un robot que contribuye al control de las malas hierbas para mejorar la diversidad y el ahorro de agua.

La combinación de nuevas estrategias de manejo, nuevas tecnologías y productos alternativos, está resultando ser el camino óptimo hacia la reducción del uso de los fitosanitarios químicos. A pesar de que Europa ha dado este año un paso atrás ante la presión del sector, el futuro del sector agroalimentario pasa por la optimización de la aplicación de los fitosanitarios de síntesis, la optimización del uso del agua, los fertilizantes o la energía.

En este sentido, el proyecto internacional NOVATERRA ha dado un paso adelante, abriendo camino hacia un futuro marcado por una mayor sostenibilidad económica, medioambiental y social.

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