El miércoles 12 de septiembre de 2018, la Bodega de Liédena (Navarra) acogía la jornada “La Sostenibilidad, una oportunidad para el sector vitivinícola”, con un completo programa que arrancaba, tras unas palabras de bienvenida de su gerente Miguel Angel Vicente, con la presentación del proyecto Smart Sustainable Wine por parte de D. Iñaki Mendióroz, director-gerente de UAGN, entidad que lidera el proyecto, así como una descripción de las novedades de la Reforma de la PAC.
A continuación, todo el grupo de asistentes se desplazó a los viñedos de la cooperativa, donde uno de los viticultores, Jesús Mª Artajo, fue presentando las buenas prácticas sostenibles que está introduciendo en sus viñas. Para completar la información tomaron la palabra los técnicos especialistas D. Javier Abad, técnico del equipo de experimentación de INTIA y D. Félix Cibriain, jefe de negociado de viticultura del Gobierno de Navarra, que realizaron una revisión de las buenas prácticas sostenibles en viña que el proyecto propone, mediante una demostración en campo.
De la misma manera, D. José Roncalés, responsable de calidad de la Bodega de Liédena, fue el encargado de dar a conocer a los asistentes las buenas prácticas recomendadas en bodega para la elaboración de vinos sostenibles.
Una sostenibilidad, que como se recordó a lo largo de la jornada, debe comenzar por la sostenibilidad económica, que permita desarrollar medidas medioambientales y de manejo más eficiente, pero que nazcan desde el reconocimiento del viticultor como primer agente de valor y por tanto se empuje al resto de la cadena desde unos precios dignos. Sin duda el valor añadido que busca identificar en la elaboración vitivinícola en Navarra este proyecto, permitirá ofrecer al consumidor el reflejo de una actividad de gran valor para nuestra sociedad.
En la jornada, que contó con la participación de más de 40 asistentes, se pudieron comprobar in situ tanto en campo como en bodega la aplicación e idoneidad de la puesta en marcha de buenas prácticas sostenibles, como el uso de cubiertas vegetales, la lucha biológica y de bajo impacto (contra plagas como la polilla), la gestión inteligente del agua, con objeto de suministrar al cultivo en interacción con el suelo la cantidad exacta y suficiente de agua en función del ciclo vegetativo, de la orientación de la producción y medidas de eficiencia energética en bodega mediante el uso de sistemas de ventilación inteligentes que reduzcan el consumo de energía.
Sin olvidar otras medidas de gestión de la biodiversidad integrando especies vegetales con el cultivo y preservando el paisaje y el patrimonio histórico como los “guardaviñas”, típicos de la zona, conformando un itinerario agroturístico sostenible y accesible a toda la ciudadanía.
Del mismo modo y de una forma muy específica por la zona de los ensayos, el uso de variedades autóctonas, perfectamente integradas en el territorio y la gestión del material reproductivo para su replicación, permite orientar el viñedo hacia la máxima calidad.