El pasado 26 de octubre más de 40 asistentes -presenciales y online- se dieron cita en el evento “Reduciendo el uso y el impacto de los pesticidas en el viñedo y el olivar mediterráneos” para conocer de primera mano los avances que han realizado los socios españoles en el marco del proyecto NOVATERRA.
El evento, que tuvo lugar en la sede de Santiago de Compostela de FEUGA, fue inaugurado por Nuria Rodríguez, directora de innovación y programas europeos de dicha institución. Durante su intervención, puso en valor la apuesta del sector vitivinícola por la I+D+i, poniendo el foco en la importancia que tienen iniciativas estratégicas como NOVATERRA.
A continuación, Felicidad de Herralde, investigadora del IRTA y coordinadora de NOVATERRA, realizó una introducción a este proyecto que, desde finales de 2020, trabaja con el fin de reducir significativamente el uso e impacto negativo de los pesticidas en viñedo y olivar mediterráneo. Todo ello, por medio del doble enfoque que incluye actividades de investigación e innovación tecnológica.
Menos nitrógeno en fertilización
En representación de la Universidad de Burgos (UBU), Andrea Martín, estudiante predoctoral, participó para dar a conocer los ensayos que están llevando a cabo en la DO Ribera de Duero para la optimización de la fertilización con menos uso de nitrógeno, el uso de cubiertas vegetales y márgenes florales para mejorar el control biológico de las principales plagas que afectan a la vid y al olivo y la búsqueda de la mejor combinación de ambos manejos (fertilización más cubierta).
La reducción de fertilización nitrogenada se está llevando a cabo por medio de la aplicación de la tecnología OptinyteTM para estabilizar la pérdida de nitrógeno y que ha sido desarrollada por CORTEVA, también socio del proyecto NOVATERRA.
Emilio Rodríguez Canas, director enológico y de I+D de Bodegas Terras Gauda, también intervino para dar a conocer los ensayos que se están desarrollando en la bodega con productos de biocontrol para hacer frente a enfermedades, especialmente el mildiu por ser de las que tienen una mayor incidencia en la zona de Rías Baixas. Asimismo, comentó las pruebas para comparar el uso de cubiertas vegetales y florales con el fin de mejorar el control de plagan en el viñedo. Como resultado más relevante hasta la fecha, aunque aún muy preliminar, Emilio Canas comentó que “hemos visto que es posible reducir la fertilización con nitrógeno hasta en un 30% sin que afecte negativamente a la cantidad y calidad de la cosecha cunado el nitrógeno se estabiliza con OptinyteTM”.
Caracterización del viñedo, clave en la aplicación de fitosanitarios
En representación de la Universidad Politècnica de Catalunya intervino Francisco García, integrante de la Unidad de Mecanización Agraria (UPC), que comentó la importancia de la caracterización del viñedo para poder regular las dosis de fitosanitarios necesarias.
Así, basándose en la tecnología Dosaviña® que permite determinar el volumen óptimo de aplicación en tratamientos fitosanitarios en viña, NOVATERRA ha conseguido dar un paso más y automatizar el proceso de medición de la vegetación, que hasta ahora se hacía de manera manual. Esto supone un gran avance para el viticultor ya que es una tarea tediosa y que requiere de mucho tiempo.
“Conseguimos mapas de vegetación mucho más precisos, gracias a la combinación de las imágenes del satélite y la información fotográfica que obtenemos por medio de la instalación de una cámara el tractor y que proporciona datos de la altura y anchura del viñedo”, según comentó Francisco. Con esta caracterización del viñedo, se facilita información muy precisa de la parcela a la maquinaria de aplicación de fitosanitarios, que regula la cantidad de producto que se aplica a cada zona del cultivo.
En el marco de NOVATERRA, la UPC también continúa avanzando en la implantación de un sistema de aplicación variable en viticultura de montaña que está desarrollando con la colaboración de la bodega portuguesa Sogrape Vinhos.
¿Qué opinan los consumidores?
Por último, Zein Kallas director científico del Centre de Recerca en Economia i Desenvolupament Agroalimentari (CREDA-UPC-IRTA), puso de manifiesto la importancia de trasladar todas estas innovaciones y avances al consumidor. En este sentido, el CREDA ha realizado, en el marco del proyecto NOVATERRA, una encuesta a más de 5.000 consumidores de Francia, Grecia, Italia, Portugal y España, para detectar si el compromiso de las bodegas por la reducción de pesticidas es importante para el consumidor y si puede ser un factor determinante en la decisión de compra.
En primer lugar, se analizó cuánto está dispuesto a pagar el consumidor ante diferentes escenarios de compra y distintos tipos de vino, añadiendo dos factores adicionales: la reducción de pesticidas con certificación vs. sin certificación.
Entre los principales resultados obtenidos, el público general percibe que el uso de fitosanitarios es demasiado alto. La mayoría de los encuestados consume vinos convencionales (frente a vinos ecológicos, biodinámicos y otras categorías) y perciben el precio, el gusto y el conocimiento previo como los atributos más relevantes en la decisión de compra.
Especialmente interesante ha sido el estudio de la predisposición del consumidor a pagar más si la reducción de fitosanitarios empleada en la producción de un vino está o no certificada. CREDA ha llegado a la conclusión de que, en España, por cada 1% de reducción de pesticida sin certificación, el consumidor está dispuesto a pagar un 0,70% más sobre el precio de mercado de un vino concreto. Este dato, aumenta hasta un 1,35%, si la reducción de pesticida está certificada por la Comisión Europea u otros organismos.
En definitiva, la encuesta realizada en el marco de NOVATERRA pone de manifiesto que los resultados varían en función del país y el topo de certificación, aunque sí existe un mercado potencial para el vino convencional diferenciado en términos de uso de pesticidas en viñedo.
Accede a la grabación completa del evento aquí.
Más acerca de NOVATERRA
A finales del año 2020 arrancaba el proyecto NOVATERRA, una iniciativa de investigación e innovación que pretende desarrollar nuevas estrategias sostenibles e integradas, que sean viables técnica y económicamente para distintos sistemas de cultivo, con el fin de eliminar o reducir significativamente el uso y el impacto negativo de los pesticidas más perjudiciales. Para ello, el proyecto cuenta con un presupuesto de más de 5,5 millones de euros y ha recibido una ayuda de más de 4,8 millones de euros por parte de la Comisión Europea, a través del programa Horizon 2020.
El consorcio de NOVATERRA está liderado por el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) que trabajará hasta 2024 de la mano de otras 22 entidades procedentes de 6 países europeos: España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Bélgica.