Actualmente se está volviendo a tramitar la Ley del Cambio Climático de España, la cual es importante ya que unificará criterios para poder cumplir con los compromisos de la COP21 de Paris de 2015, ratificados en la COP22 de Marrakech de 2016, en los que se establece un marco global para evitar un cambio climático de alto riesgo para el planeta y por tanto para nuestra sociedad y estilo de vida, manteniendo el calentamiento global por debajo de los 2°C, desarrollando esfuerzos para limitarlo a 1.5°C.
Mientras en paralelo, aspira a reforzar la capacidad de los países para hacer frente a los efectos del cambio climático y por tanto a apoyarlos en sus esfuerzos, siendo uno de los puntos destacados la mitigación, tanto en lo que respecta a la reducción de las emisiones, como la captura de las mismas, a fin de generar un balance negativo en cuanto al incremento de CO2 en la atmósfera lo antes posible, proceso que requiere conocimientos científicos objetivos y demostrados, que sean disponibles para los diferentes sectores socioeconómicos, a fin de que puedan desarrollar estrategias, que permitan lograr un equilibrio entre las emisiones y las absorciones en la segunda mitad de siglo.
En este sentido, el IRTA, desde el año 2013 y siempre en colaboración con otras instituciones de investigación, de dentro y fuera del país, ha estudiado primero la capacidad de captura y almacenamiento de los solos y estructuras leñosas fijas de los viñedos, que a nivel estatal representan casi 950000ha para después desarrollar un manual de buenas prácticas agrarias, con el fin de incrementar y / o mantener esta capacidad de sumidero, las que se pueden encontrar en la Guía de prácticas agrícolas secuestradoras de carbono en la viña de CARBOCERT (UNE/AENOR/IFAPA/AEAC-SV/ASAJA/IRTA 2020) y que pueden resumirse en la descripción y método de aplicación en:
– Aplicación de enmiendas orgánicas
– Uso hay manejo de cubiertas verdes espontáneas
– Uso y manejo de cubiertas verdes plantadas
– Incorporación de los restos de poda de invierno
– Incorporación de los restos de poda en verde
Todo ello, además de potenciar la función sumidero de la viña, ayuda a la retención de agua en el suelo, mantienen y/o incrementan la biodiversidad, evitan y/o reducen la erosión y la escorrentía.
Así pues, el paisaje de viñedo, no sólo permite hacer buenos vinos y cavas, sino que también fija carbono, y por lo tanto, además de reducir el peligros asociados al cambio climático mitigandolo, puede ser una vía de apoyo económico basado en esta función, contribuyendo a la fijación de población funcional al territorio.
Hay además tener en cuenta que tras el abandono agrícola aparecen en la mayor parte de la península masas arbóreas secundarias, mayoritariamente pinares, con una capacidad de almacenamiento de carbono solo una cuarta parte superior a una viña de secano y con un mayor riesgo de incendio y un escaso valor económico de la madera, no así los servicios ecosistémicos y por tanto una comprometida/discutible productividad del agua.
Se dispone de información objetiva y de personal cualificado para contribuir a su aplicación, solo falta pues, hacerlo, lo cual es imprescindible ya que el reto es muy grande.
Funes, I., De Herralde, F., Aranda, X. & Savé, R